La FDA (Food and Drug Administration) aprueba el uso de un cannabinoide sintético llamado ARDS-003 para empezar la Fase 1 de ensayos clínicos. La molécula desempeña una función directa sobre el síndrome de distrés respiratorio agudo, una insuficiencia respiratoria con alta prevalencia en los enfermos de COVID-19.
El proceso por el cual se produce este síndrome es el de una respuesta exagerada a unos mediadores proinflamatorios que afectan al pulmón. Estos mediadores conocidos como citoquinas son responsables de los procesos inflamatorios normales que deben existir ante cualquier infección. Sin embargo, una alta presencia de las mismas puede tener consecuencias nefastas sobre el organismo, especialmente la que ocurre durante la infección por COVID-19.
Moléculas de naturaleza antiinflamatoria
Son muchas las moléculas candidatas a frenar el COVID-19 y sus diferentes manifestaciones. Por su parte, los cannabinoides han sido propuestos en el tratamiento específico de SDRA, por su naturaleza antiinflamatoria natural.
Este cannabinoides sintético (ARDS-003), sintetizado por la compañía canadiense Tetra Bio-Pharma, es una molécula sintética que no se encuentra de forma natural en la planta del cannabis pero que está diseñada para actuar de forma similar a un fitocannabinoide
Evaluación clínica de ARDS-003
ARDS-003 interactúa con el sistema endocannabinoide por unión a los receptores cannabinoides de tipo 2. Como ya vimos, este receptor juega un papel decisivo en la regulación del sistema inmune. Todo apunta a que esta molécula pueda convertirse en un activo farmacéutico de un interesante potencial y actividad en la modulación de la respuesta inmune excesiva. Y parece que así lo demuestran los estudios preclínicos ya realizados.
Si bien esto no evita la propagación del COVID-19, sí puede ayudar a las manifestaciones clínicas del mismo, como ocurre con la inflamación del sistema respiratorio.
A medida que ARDS-003 entre en la Fase 1 de ensayos clínicos, los investigadores podrán evaluar la protección que ofrece esta molécula y sus posibles diferencias según la edad, etnia y otras condiciones del sujeto.
Mientras tanto, es preciso recordar que aún no existe evidencia clínica definitiva que demuestre el uso de cannabinoides en la prevención o tratamiento de COVID-19. Aún es preciso una mayor investigación
Reference:
- Khodadadi H, et al. Cannabidiol modulates cytokine storm in acute respiratory distress syndrome induced by simulated viral infection using synthetic RNA. Cannabis Cannabinoid Res. 2020;5(3):197-201.
The Medical Cannabis Clinicians Society’s Guide To CBD
Cannabidiol, popularmente conocido como CBD, ha sido un tema controvertido en el entorno clínico. La época oscura de la prohibición del cannabis hizo mucho para obstaculizar la investigación. En consecuencia, la formación de los médicos ha sido nula de los mecanismos de la terapia basada en cannabinoides.
Afortunadamente, las cosas han dado un giro diferente y ahora hay evidencia científica emergente en esta área. Con el ritmo establecido, es hora de conseguir que las partes interesadas relevantes (médicos) a bordo. Y eso es exactamente lo que una organización está haciendo.
La Medical Cannabis Clinicians Society en el Reino Unido proporciona una plataforma para que los médicos compartan conocimientos prácticos y despierten conversaciones sobre el cannabis medicinal. La sociedad está formada por una red independiente de médicos que ofrecen consultas y tratamientos, así como la investigación en esta área.
En sus directrices recientemente publicadas, la sociedad exploró ampliamente el CDB y proporcionó recomendaciones para los médicos. A continuación se muestra un desglose de los aspectos más destacados.
En el Reino Unido, dos fármacos a base de cannabinoides han sido aprobados y autorizados para su uso por el público: Sativex®, para el tratamiento de la espasticidad en la esclerosis múltiple, y Epidyolex®, un tratamiento para las convulsiones. Mientras que el primero tiene una formulación de 1:1 tetrahidrocannabinol (THC) a CBD, el segundo es 98% CBD.
En cuanto a la seguridad del CDB, la directriz citó un informe de la OMS de 2018 en el que se encontró que el CDB era «generalmente bien tolerado con un buen perfil de seguridad». No hay evidencia de CBD causando efectos secundarios graves o dependencia.
Como se describe en las directrices, los beneficios terapéuticos incluyen las siguientes propiedades:
- Anticonvulsivo
- Analgésico
- Antiinflamatorio
- Anti-ansiedad
- Neuroprotector
- Antipsicótico
- Inmunosupresiva
La evidencia más fuerte de la importancia terapéutica del CBD radica en el tratamiento de las convulsiones infantiles intratables.
CBD puede ser consumido a través de varios métodos y esto afecta a cómo se descompone y se utiliza en el cuerpo:
- Oral
- Submucosal
- Intranasal
- Vapeo/inhalación
- Tópico
La respuesta al CBD es individualizada y se ve afectada por la edad, tolerancia, genética, porcentaje de grasa corporal, y otros factores. Una dosis baja para empezar se considera 10mg al día; esto se puede aumentar gradualmente durante cuatro semanas a 60mg.
Dado que el CBD se excreta a través de los riñones, se deben controlar aquellos con insuficiencia renal y también se debe comprobar la función hepática si están tomando una dosis muy alta. Por lo tanto, los pacientes con insuficiencia hepática o renal pueden necesitar comenzar con una dosis más baja.
CBD también interactúa con algunos medicamentos que se metabolizan a través de la vía del citocromo P450, como algunos anticonvulsivos, antibióticos, antifúngicos, anticoagulantes, antiácidos, medicamentos para el corazón, y hierba de San Juan.
Efectos secundarios comunes encontrados en ensayos clínicos de dosis altas de CBD incluyen somnolencia, disminución del apetito, y diarrea.
Las directrices también proporcionan una buena lista de preguntas para que los pacientes consideren al comprar productos CBD.
Recomendamos tanto a los pacientes como a los médicos que revisen esta guía para ayudar en las conversaciones sobre CBD y para aprender más sobre esta opción terapéutica creciente y popular.
