Epicondilitis: Codo de tenista y codo de golfista.

EPICONDILITIS CODO DE TENISTA Y CODO DE GOLFISTA.

Es posible que hayas escuchado hablar de algunas de estas dos patologías y más probable es que hayas padecido alguna de ellas o seas propenso a padecerla en un futuro. Te contamos por qué.

Estas dos patologías afectan al tejido blando de las articulaciones y están motivadas por diferentes razones como pueden ser ciertos hábitos y estilos de vida.

 

¿Qué son el codo de tenista y el codo de golfista?

  • Codo de tenista (epicondilitis lateral): El epicóndilo es el área donde los músculos del antebrazo se unen al hueso lateral del codo. El uso excesivo de estos músculos ocurre frecuentemente en deportes como el tenis, donde se ejecutan una extensión o rotación forzadas de la muñeca o la mano.
  • Codo de golfista (epicondilitis media): El codo de golfista es una condición similar al codo de tenista, pero menos común. Se debe al uso excesivo de los músculos que usa para cerrar los puños.

 

¿Cuáles son sus causas?

Las causas de las epicondilitis son las mismas que las de las tendinitis. Generalmente se producen en personas mayores de 35 o 40 años por:

  • La sobreutilización de un determinado músculo o grupo de músculos que se insertan (que se unen al hueso) con sus tendones en dicho epicóndilo.
  • La utilización de una postura o una técnica inadecuada al realizar una determinada actividad, lo que sobrecarga un determinado grupo muscular.
  • La utilización de un equipamiento inapropiado para realizar una actividad.

En este sentido, cabe mencionar dos escenarios frecuentes en el desarrollo de estas patologías:

 

 

Nuevos estilos de vida

Ciertos hábitos, cada vez más frecuentes, basados en el uso excesivo del ordenador, la flexión continuada del codo cuando se habla por teléfono o ciertas tareas domésticas y/o laborales que supongan la realización de ejercicios con prensión prolongada, facilitan la aparición de lesiones en las articulaciones, tendones y ligamentos. Y es aquí donde cobran especial protagonismo ambas patologías ya mencionadas que, curiosamente, pueden cursar de manera asintomática en sus inicios y su sintomatología clínica se manifiesta pasado un tiempo cuando ya se ha activado el principal mecanismo de alarma: el dolor.

 

 

Práctica deportiva

Por otra parte, la práctica deportiva puede provocar casos de epicondilitis lateral en deportistas amateurs o aficionados que no hacen correctamente los entrenamientos y no tienen el asesoramiento adecuado.
En este sentido, cada vez es más acuciante el incremento de lesiones durante los entrenamientos y actividades competitivas, fundamentalmente en los deportes de raqueta, por no considerar la prevención como elemento fundamental.

 

¿Cómo diferenciar sus síntomas?

Los síntomas producidos por las epicondilitis varían según el tipo:

 

  • Epicondilitis lateral (codo de tenista): Se trata de un dolor en la cara externa del codo que puede extenderse por el antebrazo hacia la muñeca. El dolor puede aumentar al abrir una puerta, darse un apretón de manos o al golpearse en la cara externa del codo. En fases avanzadas el dolor puede aparecer ante mínimas actividades (abrir una puerta con llave, levantar una taza de café, etc.) e incluso en reposo, pudiendo dificultar el sueño. Se produce por movimientos repetidos de flexión y extensión de la muñeca (no del codo) frente a una resistencia, como los que ocurren al jugar al tenis u otros deportes con raqueta, quitar hierbas, pintar, llevar maletas o maletines o utilizar un destornillador. Estos movimientos afectan a los músculos del antebrazo, los cuales se unen en su parte superior a la cara externa del codo.
 
  • Epicondilitis medial (codo del golfista): Consiste en dolor en la cara interna del codo que se extiende por el antebrazo, justo en la zona contraria al codo del tenista. Se debe a los movimientos continuos de flexión de la muñeca frente a una resistencia, como al realizar algunos golpes de golf, el lanzamiento de pelotas o diversas actividades laborales. Es menos frecuente que la epicondilitis lateral.

 

¿Cuál es el tratamiento de la epicondilitis?

Por lo general, los tratamientos habituales para fase aguda son la aplicación de frío local, antiinflamatorios, masajes de fricción, inyección de corticoides y ondas de choque.
Se recomienda, una vez pasada la fase aguda, realizar rehabilitación con fortalecimiento y mejoría de la flexibilidad de los músculos locales. También, En casos de persistencia del dolor a pesar de las acciones referidas puede estar indicada la cirugía.
Aunque la práctica habitual recurrente para tratar este tipo de lesiones se instala de manera general y extendida en el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), en el post (12, nuevas terapias frente al dolor…) hablamos de nuevos ingredientes de origen natural y/o mineral de vanguardia, tales como el cannabidiol. que parecen postularse como alternativas al uso de antiinflamatorios, favoreciendo la recuperación natural del tejido lesionado

Otros articulos relacionados

    0
    Tu Carrito
    Tu Carrito está Vacio
      Añadir cupón