Todo lo que debes saber sobre el esguince de tobillo

ESGUINCE DE TOBILLO

Qué es un esguince de tobillo.


Todo lo que se necesitas es un simple paso en falso, y de repente tienes un esguince de tobillo.
Un esguince de tobillo es una de las lesiones musculoesqueléticos más comunes en personas de todas las edades, atletas y personas de vida sedentaria. La lesión ocurre cuando uno o más de los ligamentos en el tobillo se estiran o se rompen, causando dolor, hinchazón y dificultad para caminar. Muchas personas tratan de superar las lesiones en el tobillo y no buscan atención médica. Pero si un esguince de tobillo causa más que dolor leve e hinchazón, es importante ver a un médico. Sin un tratamiento y rehabilitación adecuados, un tobillo gravemente lesionado puede no curarse adecuadamente y podría perder su rango de movimiento y estabilidad, lo que resulta en esguinces recurrentes y más tiempo de inactividad en el futuro.

Anatomía de un esguince de tobillo

El tipo más común de esguince de tobillo es una lesión de inversión, o esguince lateral del tobillo. El pie rueda hacia dentro, dañando los ligamentos del tobillo externo: el ligamento talofibular anterior, el ligamento calcaneofibular y el ligamento talofibular posterior.
Los ligamentos son elementos del tejido conectivo – también llamado tejido blando – que conectan los huesos entre sí (ver Figura).

Menos comunes son los esguinces que afectan a los ligamentos de la parte interna del tobillo (esguinces de tobillo medial) y los esguinces sindesmóticos, que lesionan los ligamentos tibiofibulares, los ligamentos que unen los dos huesos de la pierna (la tibia y el peroné) justo por encima del tobillo. Los esguinces sindesmóticos, que ocurren con mayor frecuencia en los deportes de contacto, son especialmente propensos a causar inestabilidad crónica del tobillo y esguinces posteriores.

 

Grados de lesión en el esguince de tobillo


La gravedad de un esguince de tobillo depende de cuánto daño causa y qué tan inestable se vuelve la articulación como resultado. Cuanto más severo sea el esguince, más prolongada será la recuperación.
Se definen un total de 3 grados en función del daño y síntomas:

  • Grado 1. Mínimo estiramiento, sin desgarro. Por lo general, cursa con dolor leve, hinchazón y sensibilidad y sin hematomas. No existe inestabilidad articular ni dificultad para soportar peso. Tiempo de recuperación entre 1 a 3 semanas.
 
  • Grado 2. Desgarro parcial. Por lo general, este tipo de lesión manifiesta dolor, hinchazón y sensibilidad moderados con la aparición de un posible hematoma. Inestabilidad articular leve a moderada con cierta pérdida de rango de movimiento y función. Cusa con dolor al soportar peso y al caminar. Tiempo de recuperación entre 3 a 6 semanas.
 
  • Grado 3. Desgarro completo o ruptura. Dolor intenso, hinchazón, sensibilidad y hematomas. Inestabilidad considerable y pérdida de función y rango de movimiento. Incapaz de soportar peso o caminar. Tiempo de recuperación que comprende varios meses.

 

Tratamiento inmediato del esguince de tobillo.


El primer objetivo es disminuir el dolor y la hinchazón y proteger los ligamentos de más lesiones. Se recomienda la toma de analgésicos, terapia de frío y la aplicación de productos de uso tópico que permitan acortar los tiempos de recuperación de la lesión y la recuperación de la función de los ligamentos dañados. Consulta las especificaciones de Pentalium CBD por su acción moduladora de la inflamación en la regulación del edema y otros síntomas a corto plazo.
Para reducir la hinchazón, también es recomendable el uso de un vendaje oclusivo junto al que puede aplicar, de manera simultánea, el mismo producto de uso tópico antes mencionado.
Cuando estés sentado, eleva el tobillo lo más alto que pueda cómodamente, a la altura de la cadera, si es posible. En las primeras 24 horas, evita cualquier cosa que pueda aumentar la hinchazón, como duchas calientes, compresas calientes o frotamientos que puedan generar calor.


Factores de riesgo.


Algunos factores que aumentan el riesgo de un esguince de tobillo son:

  • Práctica de deportes. Los esguinces de tobillo son lesiones deportivas frecuentes, en especial, en deportes que requieren saltar, cambiar de dirección rápidamente o estirar o torcer los pies, como básquetbol, tenis, fútbol americano, fútbol y trail running (correr fuera de pista).
 
  • Superficies irregulares. Caminar o correr en superficies irregulares o en un campo en malas condiciones puede aumentar el riesgo de sufrir un esguince de tobillo.
 
  • Lesiones de tobillo anteriores. Una vez que el tobillo se esguinza o sufre otro tipo de lesión, es más probable que se vuelva a esguinzar.
 
  • Estado físico deficiente. Si no tienes suficiente fuerza o flexibilidad en los tobillos, es posible que tengas un riesgo mayor de sufrir un esguince cuando practicas deportes.
 
  • Calzado inadecuado. Los calzados que no se ajustan como corresponde o que no son adecuados para determinada actividad, así como los zapatos de taco alto en general, hacen que los tobillos sean más vulnerables a las lesiones.
 

En el próximo post te indicaremos algunos ejercicios encaminados a restaurar la función y prevenir nuevas lesiones de tobillo.

Fuente: Adaptado de Maughan KL, «Ankle Sprain» and Ivins D, «Acute Ankle Sprain: An Update,» American Family Physician, 74, 10, pp. 1714–20. 2006.

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